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  • N.R.

POP Spectacle


Con artistas del "Groupe 37" de Tours

  • Patrick Collandre

  • Roger Saint-Louis

  • Jacques Lemerre

  • Peter Valentiner


y la Orquesta Pop'music: "The Reflection

  • Larry Cook, bajista

  • Jean Daniel Kiles, cantante

  • Jean-Philippe Moreau, organista

  • Joël Rickebourg, guitarra rítmica

  • Christian Le Ber, batería

  • Jean-Michel Cadenat, guitarra solista



" LLENAR EL ESPACIO que separa el arte de la vida


Entre 1950 y 1960 se produjo una gran mutación, marcada por el abandono de la transposición, que llevó al arte plástico al campo cultural en el que Artaud se había situado. Las mentes más conscientes abandonaron la búsqueda de un orden natural para crear obras que tuvieran su propia realidad y propusieron un orden totalmente artificial.

Vasarely en el campo del espacio, Yves Klein en el del color, aspiran a una eficacia directa. La obra no es un análisis del mundo, ni una toma de conciencia del mismo, sino un objeto totalmente presente, activo, que no remite a ningún contexto cultural o sociológico. El cuadro no es una alusión a un espectáculo exterior. Es un espectáculo. Al mismo tiempo que un juego, un artificio, un decorado, un entorno, un condicionamiento, la obra permanece en una relación dialéctica con lo que la ha precedido y rodeado, pero existe en sí misma, por su propia acción. Aquí encontramos a Antonin Artaud y su teatro concreto actuando físicamente sobre el público. La manera desaparece -como el estilo, en el caso de Artaud- y sólo queda la eficacia materialista de la propuesta.


En América, la influencia de Artaud fue más directa, gracias a John Cage, que a menudo afirmaba ser su hijo. Pero curiosamente esto dio lugar a un arte más reflexivo que el del Viejo Continente. Robert Rauschenberg y Jasper Johns, amigos de Cage, abandonaron la transposición y convirtieron sus cuadros en espectáculos que sólo hacían referencia a su propia organización. La vinculación de elementos reales -una fotografía, una pincelada, una silla, una lata, una tabla- produce significado a través de relaciones internas. Pero a diferencia de Europa, que en el materialismo busca una organización artificial del entorno, América cuestiona la relación entre arte y realidad. Para explicarse, Robert Rauschenberg dice:

"Intento tender un puente entre el arte y la vida. Jasper Johns, el Pop Art, Franck Stella, las Estructuras Primarias, forman parte de la misma problemática: ¿cómo el dibujo del número 8 se convierte en una expresión, cómo una imagen de cómic, un cartel publicitario, un cubo, un cilindro, surgen de la vida cotidiana para convertirse en obras?

En ambos casos, lo que se cuestiona no es la realidad a nivel táctil o retiniano, sino a nivel de reflexión...". Ya no se trata de pintura, sino de la filosofía de la pintura. Va más allá de las correcciones y mejoras introducidas en la disciplina técnica, para cuestionar, teóricamente, sus fundamentos y su orientación. Así, el arte de esta segunda mitad del siglo XX no es sólo una forma de pintar que se suma a las demás, sino una forma de acabar con los sueños del Renacimiento.


Cabe preguntarse si no es una traición y un forzamiento de Artaud relacionarlo con Vasarely, Yves Klein, el Pop Art? Pero no se trata de demostrar una filiación directa entre él y las distintas tendencias del arte contemporáneo. Se trata más bien de identificar una convergencia que se inscriba en el marco general de la superación de la ideología. Esta dirección, que es una de las posibilidades de la época actual, sueña con abandonar la búsqueda de la verdad y sustituirla por la acción. En filosofía, este deseo se expresa en los intentos confusos y aproximativos de Herbert Marcuse y Marshall Mac Luhan, que prevén una mutación de la civilización. El primero espera que la automatización de la producción dé al hombre su oportunidad de dominar el trabajo y elegir el camino del libre placer, el segundo cree que la evolución de los medios de comunicación llevará a la civilización a una nueva era. Ambos buscan una salida del sistema racional, que sólo encierra al hombre en sus propias deducciones, en su propia lógica.


Al rechazar la inteligencia, el Espíritu, como único valor que dirige el mundo, no se evita la confrontación con la historia, que tiene lugar fuera del hombre. Artaud lo subrayó más de una vez. En "Lo que vine a hacer a México" escribió: "Si en Europa hay cien culturas, no hay, en cambio, más de una civilización".


Música pop


"¿La única manera de APRENDER A SENTIR LA MÚSICA AHORA?

Pierre Henry


"Música viva por excelencia", según sus adeptos, sus "fans", "música alienante, que se dirige al grado más bajo de sensibilidad" según sus detractores...


Cualquiera que sea la opinión que se tenga de esta nueva expresión musical, una verdad salta a la vista: la "POP'MUSIC" es un fenómeno importante, aunque sólo sea por su significado social.

De hecho, es la música que más resonancia tiene entre la juventud actual (aunque en Francia aún estamos lejos del entusiasmo anglosajón): es fundamentalmente el reflejo de una revuelta de la juventud contra una determinada sociedad.


Si aún debe mucho, desde el punto de vista sonoro, a la música contemporánea (desde Varèse y Stravinsky), si sigue dependiendo en gran medida de la música negra estadounidense y, en particular, de su forma popular "rhythm and blues", la música pop es, no obstante, una expresión musical muy específica.


Más que el enorme volumen de sonido, más que la parte instrumental (que toma prestado de diversos folclores, de la música electrónica, etc.), lo que quizá hace que la "Música Pop" sea verdaderamente original es la relación que crea entre quienes la tocan y quienes la reciben.


En primer lugar, está el lado espectacular de todos los conciertos de música pop: las luces estroboscópicas y otros juegos de luces, combinados con un volumen desproporcionado de sonido, contribuyen a crear un vértigo del que es difícil escapar.


En segundo lugar, y sobre todo, mientras que, salvo algunas excepciones, los jazzistas o los músicos contemporáneos se preocupan ante todo y casi exclusivamente del valor intrínseco de lo que tocan, dejando a los técnicos la libertad de hacerlo llegar al público, la originalidad de los músicos pop es haber invertido la proposición. En otras palabras, es importante que asuman la eficacia de su comunicación. Mejor aún, la forma misma de esta última viene determinada, en gran medida, por la evaluación de la receptividad del público.


Sin duda, esto es lo que hizo decir al compositor Pierre Henry que "la música pop es quizás la única manera de escuchar, de aprender a sentir la música hoy en día".

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