Esta obra de árboles verdes recuerda el colorido del ejército, como sugiere el nombre de la obra. En esta foto tomada a contraluz, los ojos son claramente visibles, pero cuando paseé por la primavera, las condiciones del entorno, como la suciedad y las rocas que caían, no cambiaron físicamente en absoluto. El efecto de camuflaje era excelente. Sin embargo, una vez dentro, se respira un ambiente extraño. La visión del espectador no puede evitar quedar atrapada en una sutil ilusión. Es como ver las cosas a través de un filtro. En otras palabras, es una obra que puede considerarse una situación anormal.
M. Takahiko Okada
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