Bayreuth Peter Valentiner llama a sus cuadros "espacios pintados" infinitamente flotantes; cada superficie coloreada es a la vez objeto y espacio.
Nacido en Dinamarca, criado en Francia y formado en la Escuela de Bellas Artes de Tours y Madrid con Alberto Greco, Peter Valentiner vive alternativamente en París, Berlín y Colonia. Desde hace cinco años, Valentiner dirige y organiza, junto con Christine Hahn, su academia de verano en Lissingen, en el Eiffel. La carrera artística de Valentiner comenzó a principios de los años sesenta. Hasta la fecha, el renombrado artista ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas en su país y en el extranjero. Con Peter Valentiner, Marianne Meyer abrió su galería en Mosinger Straße 7 en el verano de 1991; ahora ha vuelto allí.
Meyer califica al artista de "maestro de los colores". "Personalmente no conozco a ningún pintor que se sienta tan seguro con la cuestión del color como él", dice la galerista en su introducción. El espectador sólo puede estar de acuerdo. Un amplio espectro de colores espera al amante del arte. Con su propia técnica, que Valentiner denomina "découpage-report", transfiere diversas cuadrículas a la superficie del cuadro, lo que constituye una síntesis de collage y décollage. Este método de trabajo predomina en la obra de Valentiner. Al principio de su carrera artística, Valentiner trabajó con redes de camuflaje; realizó objetos e instalaciones. En el catálogo de la exposición se pueden ver algunos trabajadores de este estilo. Las obras sobre papel de Klerk ne, también un método de trabajo anterior del artista, pueden verse en la trastienda de la galería. "Formsystem", de cintas y acrílico sobre lienzo, es el título que Valentiner da a sus obras, en su mayoría de gran formato y que requieren mucho trabajo.
El contenido principal de la exposición se muestra en las obras más recientes del artista. La interpenetración visual de dos superficies pintadas de forma abstracta (creadas mediante decoupage) en la zona de entrada de la galería atraen poderosamente la atención del espectador. Puede ver estas obras como partes que flotan ante un fondo o como vislumbres del fondo. Y esto es precisamente lo que preocupa esencialmente al artista en su contenido pictórico. Valentiner quiere invitar al espectador de sus cuadros a reflexionar sobre sus sentimientos acerca del espacio y el color. Así, cada vez se experimenta una nueva irritación. En los grandes cuadros rojo-azules, Valentiner muestra una enorme espacialidad, producida con dos colores. Recientemente, el artista también ha aprovechado las posibilidades de un ordenador: introduce sus cuadrículas de imágenes y deja que el ordenador trabaje. En el proceso, las formas se distorsionan pero siguen siendo las suyas, sólo alteradas por la tecnología Estas obras se crearon como dibujos a tinta. Se puede estar de acuerdo con la frase final del galerista: "Esperamos con impaciencia la próxima exposición con grandes cuadros resultantes de este último método de trabajo".
La exposición estará abierta hasta el 15 de diciembre, de martes a viernes hasta las 18.00 horas.
VO.
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