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Camuflaje



 
 

Como hemos visto, el camuflaje es a la vez un principio natural y orgánico (el camaleón) y una práctica cultural: la mímesis, el problema básico de todos los modos de representación. Cualquiera que sea el ámbito de la actividad humana en el que se despliegue (guerra, caza, arte, etc.), el camuflaje plantea siempre el problema de la relación entre el plano y el espacio: ¿cómo inscribir en el espacio los distintos planos que componen el objeto que se quiere camuflar de tal manera que ya no puedan distinguirse? El problema del camuflaje -que también se parece bastante al del maquillaje, en su preocupación por jugar con los relieves, los huecos y las superficies- consiste en conseguir fundir uno o varios planos en el espacio, y que corresponde, en pintura, a la ocupación del espacio blanco del lienzo, a su maquillaje con el fin de volver este plano al espacio engañando nuestra percepción. Anulación del soporte, camuflaje de la superficie del lienzo plano: la pintura como arte de lo falso, de la negación de la superficie primitiva mediante el maquillaje y el engaño. La denuncia de la pintura como la magia de las superficies (como todavía se encuentra en la "figuración libre", con sus fondos neutros o en blanco) y no de la profundidad podría proporcionar el argumento para un retorno a Platón o un renacimiento del discurso crítico idealista. Pero todo se ve comprometido por la evidente incapacidad del idealismo para producir denuncias (des-denuncias) que no sean declaraciones de denuncia. También nos quedamos en el enunciado denunciatorio con estrategias inteligentes como la de Superficie de apoyo, que pretendía denunciar la pintura occidental burguesa (su factura, o más bien su "modo de producción", su papel ideológico, etc.); el mismo idealismo platónico que produjo las "denuncias" del ); el mismo idealismo platónico, porque lo que hace Soporte/Superficie sigue siendo perfectamente burgués en la medida en que lo que se consigue es una estrategia de ausencia, una estrategia de deconstrucción y descomposición (bastidor, lienzo ... ), que sólo puede dejar espacio al discurso y a la afirmación ... Una afirmación que, a pesar de todo, sigue vacía de significado, como la última gran guerra burguesa e imperialista, la guerra de Vietnam.


La tierra vietnamita, saturada de bombas, lo absorbe todo, absorbe un exceso de sentido y hace disparates, absorbe un exceso de bombas y napalm que, después de tanta destrucción, ya no tienen efecto, como el bastidor y el lienzo de nuestros artistas después de tantas pizarras limpias y tantas denuncias.


Por otra parte, la evolución de la obra de Valentiner nos parece crucial. En una primera fase, Valentiner utiliza material de camuflaje (lonas y redes) para confeccionar paquetes, conjurando el espectro de la muerte de la cultura mediante la designación de nuevos espacios de cultura (siguiendo el ejemplo de Christo, véase más arriba). Valentiner pasa entonces a trabajar en el cuadro, y de un modo de embalaje, el material de camuflaje se convierte en el fondo mismo del cuadro.


(Obsérvese que siempre guarda el lienzo en blanco de la camilla bajo su lienzo de camuflaje).

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